Saludos. Este es el episodio 4 de Método Grow, un podcast divulgativo y distendido sobre psicología y coaching. Mi nombre es José Vicente Baeza y hoy es martes 30 de junio de 2015.
La semana pasada, la amiga y escuchante del podcast Almudena, @APR_teya si la queréis buscar por twitter, me proponía el tema de la ansiedad y de la anticipación, y como esta semana es tan buena como cualquier otra, vamos a hablar un poco sobre qué es la ansiedad y cómo podemos hacerle frente.
Por hacer una definición rápida, a costa de perder precisión, podemos decir que la ansiedad es un estado de activación y alerta que aparece ante un suceso o pensamiento, y que viene acompañado de una sensación desagradable o displacentera. Esto es, por lo tanto, el miedo.
Hay que apuntar que la ansiedad y la euforia son casi primas hermanas, y lo que cambia es el significado que le damos de forma personal.
Por ejemplo. Si vamos a hacer puenting o a tirarnos en paracaídas, para unos será una experiencia muy placentera porque van a sentir un subidón de adrenalina, sumado a la emoción de estar a mucha altura y con la idea de que van a vivir una aventura muy emocionante. Sin embargo habrá personas que lo vivirán de forma terrible, porque se van a poner muy nerviosos, les dan pavor las alturas, y les aterra salir de la rutina.
A nivel biológico para las dos personas la respuesta del cuerpo será la misma: Palpitaciones, sudación, dilatación de las pupilas, aumento de los niveles hormonales adrenérgicos y noradrenérgicos, aumento del tono muscular… pero el significado interno que se le adjudica en uno y otro caso es diametralmente opuesto.
La ansiedad, o miedo, es normal. Es adaptativo. Nos ayuda a prepararnos para enfrentar situaciones que nos demandan toda nuestra atención. El problema viene cuando se “rompe” este mecanismo interno de valoración de la situación, o incluso empezamos a inventarnos motivos de alerta.
Algunas situaciones son objetivamente peligrosas, como un incendio o la visión de un animal u otra persona en actitud agresiva. Pero en otras situaciones la valoración de daño potencial es más subjetiva, como una extensión grande de agua, un examen importante o conducir por la autopista a gran velocidad. Incluso hay situaciones en las que el peligro potencial es muy sutil, como conocer a gente nueva, pedir que me devuelvan el dinero o declarar nuestro amor.
Si os habéis dado cuenta, las situaciones más subjetivas o sutiles que he mostrado tienen que ver con habilidades interpersonales. Y eso tiene que ver, precisamente, por la pobre educación emocional que hemos recibido, y por las escasas habilidades personales que estamos desarrollando actualmente. Os sorprenderíais de la cantidad de gente que dice tener un miedo atroz a hablar en público, incluso sobre temas en los que son reconocidos expertos.
Cuando estos mecanismos normales del miedo se estropean, muchas veces funcionan como un controlador aéreo que empieza a dar “falsos positivos”, que empieza a ver aviones donde en realidad sólo hay nubes, o que piensa que están demasiado cerca cuando en realidad están a cientos de kilómetros.
De esta forma, lo que hasta ahora era un mecanismo normal y bastante útil para prepararnos para el peligro, se convierte en un impedimento muy serio para llevar una vida normal.
Así la ansiedad anticipatoria es ese nerviosismo incontrolable que nos paraliza y que aparece al anticipar un suceso mucho antes de que ocurra, porque simplemente pensándolo ya lo vivimos como si estuviera sucediendo.
O una fobia sería un miedo irracional, desproporcionado e incontrolable ante algo específico como los espacios abiertos, los pájaros, las arañas, las multitudes, los espacios cerrados, las alturas, la sangre o casi cualquier cosa se te pueda ocurrir.
En el caso de las fobias, hay que mencionar que no son trastornos demasiado frecuentes, lo que pasa es que confundimos miedo o asco hacia las arañas con la aracnofobia. O incluso pereza a la hora de movilizar recursos y habilidades sociales con la fobia social.
Los trastornos de pánico son ataques de ansiedad intensa en las que la persona que lo sufre piensa que va a perder el control, o incluso que está a punto e morirse de un ataque. Estas crisis de angustia suelen ser derivadas de alguna situación que la persona no es capaz de manejar, ya sea un periodo sostenido de dificultades, como una crisis económica o sentimental, o un episodio de miedo muy intenso que ha desencadenado en un trastorno de estrés postraumático, como presenciar o sufrir un accidente o un atraco con violencia.
Cuando la ansiedad no se ha transformado en un trastorno de ansiedad, que requiere de la ayuda de un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra, existen estrategias para prevenir o manejar la ansiedad.
En general, cuanto más control tengamos sobre nuestra vida y nuestras decisiones, menos espacio dejaremos a la incertidumbre, que es una de las cosas que peor llevamos los seres humanos.
Y cuando hablo de tomar control, o empoderar, no hablo de controlar todos los aspectos de la existencia, el universo y todo lo demás. Sino de saber discernir qué aspectos están en nuestras manos y cuáles forman parte del contexto en el que nos movemos, fijar objetivos y ponerse manos a la obra para dejar de pensar en la situación tan lamentable en la que estamos y cómo nos hace sentir y empezar a cambiar lo que no nos gusta. Esto es lo que se llama orientarse hacia el problema, en vez de orientarse hacia la emoción.
Otra cosa que podemos hacer es enfrentarnos a nuestros miedos, para recalibrar ese termostato emocional que parece que se ha desregulado y por el que pensamos que todo a nuestro alrededor es peligroso. De esta forma veremos la importancia que tienen las cosas en realidad, y no en base a cómo aparecen en nuestra imaginación, que siempre tiende a magnificar los problemas.
Para variar, hoy no voy a dejar el tema colgando, sino que voy a despedirme con la canción “El virus del miedo” de Ismael Serrano. Una canción que ilustra a la perfección cómo funcionan los miedos internos y como nos pueden llegar a dominar si los dejamos campar a sus anchas.
Pero antes quiero recordaros que os invito a volver a este podcast la semana que viene y a comentar este episodio en iVoox y iTunes buscando Método Grow, y a interaccionar conmigo en mi twitter en @josevi_pec.
Muchas gracias por haber escuchado este episodio y hasta pronto.