Aprovechando que en Netflix tienen la serie Sex Education, las aventuras de un adolescente que sabe mucho de sexo, vamos a hablar un poco de dicha serie y de educación sexual.
No te pierdas el primer episodio sobre Identidad de género y orientación sexual: https://youtu.be/4WOacy8TxRE
El libro del que hablo es «No le Cuentes Cuentos», a partir de 3 años: https://www.ceapa.es/content/no-le-cuentes-cuentos
Sinopsis
Sex Education es una serie creada por Laurie Nunn, producida por Eleven y distribuída por Netflix en la que Otis, el hijo adolescente de una conocida terapeuta sexual, comienza a lidiar con los problemas sexuales de sus compañeros de instituto.
Esta serie, de corte, a priori, cómico y dirigido principalmente a un público joven muestra el día a día de la vida en el típico instituto de secundaria anglosajón que nosotros conocemos por películas, series y videojuegos como “Grease”, “Por trece razones” o “Life is Strange”.
Otis es un chaval de unos 16 años y es algo tímido. Suele pasar desapercibido en el instituto y su único amigo es Eric, uno de los dos únicos chicos gays del instituto, que se sepa.
Otis, que vive con su madre en una gran casa a las afueras del pueblo, donde la terapeuta pasa consulta, sabe mucho de terapia sexual, seguramente por haber estado en contacto durante tanto tiempo con los materiales educativos de su madre. Quién además, no tiene problema en vivir su sexualidad de forma abierta.
Otis conoce a Maeve, una chica independiente, fuerte y liberada que hace las veces de confidente y agente del mercado negro de deberes y exámenes robados. Juntos descubrirán que tienen la oportunidad de crear una consulta de terapia sexual y, a la vez que ganan un dinero, ayudar a sus compañeros en su despertar sexual.
Aclaración
Quiero aprovechar Sex Education como excusa para el segundo episodio de la serie sobre educación sexual, sobretodo porque por avatares del destino han aparecido a la vez. Si no habéis visto el primer episodio sobre orientación sexual e identidad de género, echadle un vistazo luego.
Estamos viviendo una época en la que todo ha de tener un mensaje educativo, y pienso que el arte sin mensaje es sólo entretenimiento. Lo cual no está del todo mal. Cuando me preguntan en consulta qué libro pueden leer, yo siempre recomiendo ficción, nunca recomiendo autoayuda. A veces lo mejor que puedes hacer es distraerte un rato.
Tenemos cuentos para niños para enseñar a manejar las emociones, para superar miedos, para entender la muerte de los abuelitos, para promover valores humanos… y esto está muy bien aunque dude de su eficacia.
Llevamos ya demasiados años delegando nuestro crecimiento personal a fórmulas mágicas que ni conocen el contexto ni a nosotros mismos.
¿Es Sex Education una serie para aprender sobre salud sexual?
No. De la misma forma que Star Treck no es una serie para aprender sobre astrofísica o ecología planetaria o Master Chef para aprender a cocinar.
Sex Education tiene aciertos y errores, siembre bajo mi punto de vista. Vamos a ir viendo algunos.
¿Qué NO es una terapeuta sexual?
Primero de todo, y hablo por experiencia propia. Las terapeutas sexuales no están todo el día hablando de forma explícita de sexo o genitales. Lo sé, porque mi mujer es, además de psicóloga, terapeuta sexual.
Además me llamó mucho la atención que, cuando en la serie le preguntan si es algo así como una psicóloga, ella se desvincula frontalmente de esa idea.
No sé muy bien en Inglaterra cómo está la legislación, pero en España para decir que eres terapeuta, o que haces terapia, tienes que tener una certificación oficial de alguna profesión sanitaria como medicina, enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, o psicología clínica, de la salud u obtener una certificación sanitaria regulada por ley.
En realidad la Sexología, como certificación oficial desvinculada de la psicología, la enfermería o la medicina, no existe y, al menos en España, es ilegal decir que hacer terapia, ya sea sexual o de cualquier tipo, sin ser un profesional sanitario o habilitado sanitario.
De todas formas lo que me llamó la atención es que rechazara que se le equiparara con la profesión de la psicología… cuando lo que hace es psicoterapia, claramente.
¿Cuántos terapeutas sexuales conocéis? No muchos, ¿verdad? Yo mismo, que mantengo bastante contacto con profesionales de la salud mental, y en España la salud sexual forma parte de la salud mental y la trabajan los psicólogos médicos y enfermeros… creo que sólo conozco a una terapeuta sexual, que como he dicho es mi mujer.
El tema está que si en la ficción se presenta a una terapeuta sexual como el ideal de una persona que vive su sexualidad de forma abierta, excéntrica, que tontea con las drogas, mística… traslada la idea de que todo eso forma una categoría en si mismo.
Es como cuando te acercas a un colectivo ecologista. Hay como un pack que contiene el yoga, el veganismo, la permisividad y consumo de sustancias, el amor libre y los jerséis holgados de colores.
Por poner otro ejemplo de terapeuta sexual. ¿Habéis visto la película “los padres de él”? ¿La segunda parte de la película “Los padres de ella” de Ben Stiller? La madre de él, interpretada por Barbra Streissand es terapeuta sexual y cuadra punto por punto con el arquetipo que sale en Sex Education.
Sexualmente explícita, liberada e independiente, excéntrica, mística… Es un pack que cuadra con la idea imaginaria colectiva de lo que se espera de una terapeuta sexual… porque esa es otra. Los profesionales de la salud sexual son siempre mujeres.
Afortunadamente, según pasan los capítulos y sabemos más de ella, la imagen se vuelve poco a poco más real.
Los arquetipos
Otra cosa que no me ha gustado es que se repitan roles y arquetipos en los personajes principales y secundarios. Historias de adolescentes que hemos visto una y otra vez.
Las personas no somos tan planas como nos muestran las series. El chico racializado gay, el tímido inteligente, el acosador torturado, la malota tierna…
Son caricaturas.
No me quiero poner demasiado cascarrabias, porque esos arquetipos funcionan para contar la trama, pero tengo miedo de que puedan resultar simplistas y al final los adolescentes que vean esta serie acaben asimilando que esos arquetipos existen en la vida real… o peor… que en la vida real se comporten como el arquetipo.
La BUENA educación sexual
A partir del segundo episodio, como he dicho antes, y una vez presentados los personajes, el grado de caricatura baja mucho y se centra en el tema, explicando mucho mejor el proceso terapéutico y normaliza los estereotipos de todos.
Sex Education sirve para explicitar temas que son profundamente tabúes. La pornografía sigue siendo la principal escuela de sexo, con todo lo que ello acarrea en cuanto a deformación de lo que es sano o deseable, tanto para hombres como para mujeres.
Esos temas existen y aunque no estén bien explicados en la serie, porque no es un curso sobre educación sexual ni lo pretende, si que pone en tela de juicio que lo que pensamos sobre el sexo es, en su inmensa mayoría, un cuento chino.
Sería a partir de ahí cuando se debería empezar el debate, siempre con interlocutores y educadores válidos. Las familias deberían comenzar la educación sexual de sus hijos casi desde la cuna.
Y no digo que los padres han de tener sexo en el salón mientras los hijos ven los Pijamask… el sexo y la masturbación es algo privado, que no sucio. Es sano y normal. Algo que hay que hacer en la habitación o en el aseo cuando se quiera y mientras se respete a los que no quieren participar.
El cuerpo humano es el que es, y funciona como funciona, y no hay nada en él del que avergonzarse.
Os pongo un ejemplo. Mi hijo mayor sabe desde que tiene 3 años cómo se hacen los bebés. Mediante el sexo.
Cuando mi hijo tenía 3 años, nosotros teníamos una jaula con 2 ninfas, unos loritos pequeños, que habitualmente en primavera y otoño, se apareaban.
Los hemos visto copular multitud de veces durante el desayuno. Y a las pocas semanas, ponían huevos. Y de un par de huevos salieron pollitos que criamos y ahora uno de ellos vive con mis suegros.
Yo aproveché este evento para explicar las partes del cuerpo y los mecanismos involucrados en el sexo. Os recuerdo, con 3 años.
Mi hermana está embarazada, y mis hijos saben todo lo que ha tenido que ocurrir para que esto suceda.
De hecho tenemos un libro precioso llamado “no le cuentes cuentos”, de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, que se puede conseguir gratis y legal desde su web en PDF, que os dejaré en las notas del programa. Y muestra con pelos y señales no sólo cómo se engendran los bebés, sino además todos los tipos de familia que puede haber.
Os sorprenderíais de la increíble y profunda capacidad de comprensión que puede llegar a tener un niño o una niña de 3 años. Quizá el problema es que contamos historias rarísimas para explicar temas que, en el fondo, son muy sencillos.
¿Por qué evitamos estos temas? ¿Qué tiene de malo explicarlo con pelos y señales? ¿Por qué arrancar del acto sexual todo el componente placentero y limitarlo al hecho reproductivo?
Es como si los padres tuviéramos miedo de que si explicamos temas de sexo, empezarán a tener sexo como locos con cualquiera y de cualquier forma.
No os preocupéis… las hormonas despiertan el deseo sexual mucho más eficazmente que una charla sobre salud sexual. Al rio no hace falta empujarlo, fluye sólo.
Siempre lo he dicho y siempre lo diré. En inevitable que lo hagan. Pues ya que lo hacen, que lo hagan bien y que lo disfruten.
Acercaos a vuestro centro de salud, a vuestros padres y profesores, a profesionales de la salud sexual, preguntad a personas que saben del tema, no al Doctor Google o a Pornhub.
El porno es una terrible escuela con valores equivocados y en el teórico caso de que haya porno entretenido, educativo, sano y respetuoso con actores y actrices felices y contentas, éste está sepultado bajo toneladas de sexo aberrante, deformado, fantasías sobre violaciones y abuso sexual, y que alimenta toda una industria de esclavitud sexual.
Y si sois padres o educadores y no sabéis cómo tratar estos difíciles temas… preguntad también.
Lo mejor que me puede pasar en consulta es que me encuentre con un educador que desea educar mejor a sus hijos.